EDUARDO GALEANO, escritor, poeta o senti-pensante, como decía ser. Uruguayo, que nos dejó un gran legado en la narrativa, en la ironía de describir nuestra historia. La de nuestra América Latina. Con una sencillez al escribir, que te permitía entender de una manera fácil el devenir de nuestros pasos.
En su texto "El Libro de los Abrazos", encontramos este hermoso microrelato Un Mar de Fueguitos, que hoy compartimos con ustedes:
"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende".
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